Aunque la mayor parte del cuerpo humano se compone de agua, esto no implica que seamos algún tipo de recipiente; más bien, sólo significa que todos los órganos funcionan de forma óptima cuando están bien hidratados. Por ello, no beber suficiente agua puede ser bastante perjudicial.
En ocasiones corremos el riesgo de no tomarnos en serio la hidratación adecuada. El ser humano puede aguantar días sin comer, pero sólo unas horas sin agua, lo cual es un hecho conocido.
Las bebidas carbonatadas pueden ser poco saludables para el cuerpo humano, ya que no aportan suficiente hidratación. La mejor estrategia para mantenerse bien hidratado es beber siempre agua simple, a la que no se le haya añadido ningún tipo de saborizante o dulce.
Podemos regular nuestra hidratación bebiendo la cantidad adecuada de agua, pero también debemos tener en cuenta los alimentos que comemos regularmente, ya que también contienen una cantidad importante de agua.
Las frutas y las verduras siempre deben formar parte de una dieta equilibrada, ya que aportan al organismo una gran cantidad de agua y otros nutrientes importantes para mejorar la salud.
El consumo de agua es crucial para nuestro organismo, pero también hay que purificarla adecuadamente. El agua potable que suele entrar en el suministro de una casa sólo debe utilizarse para tareas como la limpieza o el riego de las plantas, a menos que se someta a un proceso de filtración.

Descubra los procesos de purificación del agua utilizados en la actualidad
Alcanizador de agua
El alcalinizador es un dispositivo que purifica el agua potable. Se presenta en dos variantes que pueden instalarse bajo o sobre el fregadero.
Este dispositivo utiliza una esfera cerámica de control del pH, carbón activado granulado y un cartucho alcalinizador para añadir al agua minerales como el calcio, el magnesio y el potasio.
El cartucho retendrá los sedimentos del agua, como la tierra, la arena o las partículas presentes en la red hidráulica. Del mismo modo, mejorará el sabor, el olor y el color del agua gracias a su proceso de ultrafiltración, que tiene poros 5000 veces más pequeños que un cabello humano y puede atrapar el 99.9% de las bacterias.
Empleo del carbón activado
Una de las técnicas más populares para mejorar la pureza del agua potable es el uso de carbón activado, que se emplea prácticamente en un filtro de agua.
Debido a su composición física, el carbón activado atrae moléculas como patógenos o contaminantes, además de miroorganismos. Un filtro de carbón activado facilita la captura de impurezas e impide su paso en la salida del agua.
Filtración por ósmosis inversa
Cuando el agua potable contiene más contaminantes, incluidos los metales pesados, se utiliza la ósmosis inversa.
Esto se consigue mediante un procedimiento de purificación de 5 etapas.
- El primer paso consiste en un cartucho de polipropileno que recoge las partículas transportadas por el agua, como arena, insectos u óxido de las tuberías.
- La segunda fase es el cartucho principal de carbón activado, que atrapa los materiales disueltos en el agua, así como sabores y aromas como el cloro o los pesticidas.
- El tercer paso consiste en un cartucho de carbón activado suplementario que ofrece una mayor protección contra los posibles contaminantes del agua.
- Las membranas de ósmosis inversa, utilizadas en el cuarto paso, purifican el agua eliminando los metales pesados, las bacterias, los virus y las concentraciones excesivas de sal.
- El cartucho de carbón activado pulido completará la mejora del color, el sabor y el olor del agua.
